Inicié el consumo del Escozul 4 días después del diagnóstico, estando hospitalizada. Mi familia me llevaba al escondido el medicamento.
Yo ingresé por una ascitis. Me sacaron primero 10 litros de líquido del estómago. Me empezaron a dar unas fiebres de 40 grados que me desmayaba y llegué a pensar que así sería la muerte.
Cuando empecé a tomar el Escozul las fiebres cesaron a los 8 días, me retiraron el drenaje y confíe en que no produciría más líquido pero tuvieron que volver a colocarlo y me sacaron otros 10 litros, entonces le escribí a la doctora Natty y le dije que estaba muy triste porque el líquido seguía saliendo. Ella me aumentó la dosis y a los 8 días ya había parado. Fui al médico y le dije que ya no salía nada. El me retiró el drenaje pero dejó una cita abierta que para volverlo a poner, pero el líquido nunca volvió.
La doctora Natty me cambió 2 veces la dosis. Yo estoy segura de que el Escozul hizo el milagro porque antes de hacerme la segunda quimio mi cáncer había bajado de 860 a 132 no creo que una sola quimio lograra eso. De hecho el oncólogo me lo dijo. Dijo eso no fue la quimio, es su actitud.
Ha sido excelente. Es sorprendente mi estado físico. Soy senderista de alta montaña y sigo realizando mi actividad física. Realizo senderismo 2 veces por semana y eso lo inicié un mes después de salir de la clínica, aún con quimios camino de 17 a 20 km. En alturas que van de los 1800 a los 3.000 metros.
Con la quimio la reacción es bastante leve, poco malestar y un poco de náuseas pero solo uno o dos días después de 3 o 4 días de haberme hecho la quimio.
Actualmente estoy feliz de decir que no hay evidencia de enfermedad tumoral maligna y me encuentro en remisión completa.