Como nos dijeron los mismos especialistas del Grupo LifEscozul®, el caso de Isabella es el que los motivó a continuar con las investigaciones con el veneno del escorpión azul y a salvar más vidas, y ahora les voy a contar por qué.
A los 6 meses de nacida Isabelita fue diagnosticada con un Astrocitoma Anaplásico (un tipo de tumor cerebral). El cáncer estaba regado por toda su cabecita y los médicos le dijeron a su mamá, Yensy, que no podían operarla y que la niña no tenía probabilidades de sobrevivir. Imagínense tener que escuchar un diagnóstico tan grave como este y en una bebé tan chiquita, es algo que quiebra el mundo de cualquiera.
Así se sentían Yensy y su familia, pero a pesar de todo no se rindieron y no quisieron creer que Isabelita no tenía oportunidades de vivir una vida como lo haría cualquier otra niña.
Reunieron todas sus fuerzas y no se rindieron, y luego de buscar y buscar Yensy encontró al Grupo LifEscozul® al poco tiempo de que su hija fuera diagnosticada con esta enfermedad tan agresiva.
Hoy en día Isabelita tiene 11 años y es una niña grande, sana, activa y muy inteligente.
Los invitamos a leer el testimonio de esta madre que le salvó la vida a su hijita.
“Isabella nació en octubre del 2010 y para cuando tenía 4 meses empezó a tener problemas que llevaron a que fuera examinada en el hospital. El caso es que ya para cuando Isabella tenía como 6 meses de nacida ya había sido diagnosticada con un tumor cerebral que se llama Astrocitoma grado 3.
Para ese tiempo nos dijeron de que la niña solo tenía de 4 a 6 meses de vida…
Es devastador como padres, desde el principio que nos dimos cuenta que la niña tenía un tumor cerebral ya era devastador. Desafortunadamente llegó un punto que nos dijeron que ya Isabella no tenía esperanza de vida.
Me comuniqué con el Saint Jude Hospital, porque es donde hacen como experimentos para los bebés para ver si logran salvarles la vida. Pero ahí también me dijeron que el diagnóstico de ella era muy grave y que ellos no podían hacer nada por ella y no podían recibirla.
Me sentí devastada, no sabía qué hacer, estaba desesperada, eran días en internet buscando y buscando, yo no aceptaba el pensar de que mi bebé se iba a morir.
Un día yo puse en Google “tratamientos para cáncer naturales”, ya que ya nada funcionaba para ella supuestamente, no había esperanza médicamente hablando. Entonces encontré y miré claramente: Escozul®.
Me llamó la atención y empecé a leerlo, cuando vi que no tenía efectos secundarios, porque estábamos hablando de una bebé recién nacida básicamente. Entonces me llamó más la atención y empecé a investigar, empecé a leer más y más y llegó un momento que simple y sencillamente sentí en mi corazón ¡esto es esto es! Me voy para Cuba.
Entonces llegamos con mi niña con los cartelones esperando en el aeropuerto, y fue maravilloso porque iba muy asustada, tenía bastante preocupación pero gracias a Dios llegué y ustedes fueron maravillosos desde ese momento.
Me hicieron sentir segura, me hicieron sentir bien, me hicieron sentir apoyada, nunca lo voy a olvidar, fueron especiales con mi bebé y conmigo. Nos instalaron y recuerdo claramente que llegamos hasta el lugar donde estaba todo y me sentí muy segura.
Empezamos a darle Escozul a Isabella y al principio yo tenía un cierto miedo, porque era una bebé, pensé que iba a tener algún tipo de reacción pero no, al principio incluso hacía del baño sueltecito y eso fue como me imagino a lo que su estomaguito se adaptó al nuevo medicamento.
Se lo seguimos dando y ya no presentaba ningún efecto secundario, ningún dolor, no se ha enfermado de nada.
Siempre estoy en contacto informándoles cómo van y ustedes siempre le han ido cambiando la dosis, adaptándola conforme que la niña va creciendo poco a poco.
Cuando la niña tenía 5 añitos, eso no se me olvida, fui a un evento donde se reúnen todas las familias que tienen niños con tumor o un cáncer, y allí encontré al oncólogo que me dijo que la niña tenía de 4 a 6 meses de vida.
Encontré a este doctor y cuando miró a Isabella no la reconoció, pero cuando nos miró a nosotros nos dijo viendo a la niña: ¿es Isabella? Y le decimos “sí”, dijo ¿cómo puede estar viva, cómo puede seguir viva esta niña? Entonces le decimos al doctor “Es Dios y el tratamiento que esta tomando que la ha mantenido”, y entonces nos dijo ¿me permiten que le haga una resonancia magnética? porque tengo la curiosidad de saber por qué Isabella aún sigue viva.
Ah!! Isabella no estaba recibiendo ningún tratamiento en ese momento, sólo estaba con Escozul, la verdad nunca ha tomado ningún otro tratamiento. Lo agarramos ya como una costumbre, la niña tiene que tomar su Escozul todos los días.
Cuando le hacemos la resonancia el tumor se había vuelto una pelotita chiquita en su lado derecho, fue increíble ver el resultado y el doctor mismo no tenía palabras.
Nos nos dieron el resultado a tiempo, estuvieron primero los colegas analizándolo y analizándolo y no encontraban razón de su mejora, entonces nos llamaron y nos dijeron el resultado, nos mostraron la imagen y nos dijeron esto es increíble, no tenemos explicación.
Yo sabía en mi corazón que Escozul lo hizo.
Gracias al trabajo del Grupo LifEscozul pudimos salvarle la vida a mi hija, eso no tiene precio.”